Una comida que calma: mini hamburguesas vegetales y puré dorado con cúrcuma

Una comida que no exige, solo acompaña.

A veces el cuerpo no pide dieta.

Pide descanso.


Y el alma… tampoco quiere exigencias.

Solo ternura.


Esta no es una comida para impresionar.

Es una comida para acompañar.

Una de esas que te susurra: estás a salvo.

Que no te exige nada más que sentarte tranquila…

y dejar que el plato te devuelva un poco de equilibrio.


Es sencilla.

Es suave.

Y está pensada para esos días en que la sensibilidad pesa,

y el apetito se convierte en un gesto de cuidado.


Hoy te comparto dos recetas con ingredientes reales,

sin gluten, con propiedades antiinflamatorias,

y con esa textura que calma sin cansar.



🧑🏻‍🍳 Mini hamburguesas de garbanzos y zanahoria

Con cúrcuma y cariño


Ingredientes (8–10 unidades):


  • 210 g de garbanzos cocidos

  • 1 zanahoria mediana rallada

  • 1 huevo (o 1 cda. de lino molido + 3 cdas. de agua)

  • 2 cdas. colmadas de harina de avena integral

  • ½ cdta. de cúrcuma

  • ½ cdta. de ajo en polvo

  • ½ cdta. de cebolla en polvo

  • Sal marina al gusto

  • Aceite de oliva virgen extra para dorar


Preparación:

  1. Escurre y tritura los garbanzos con un tenedor.

  2. Añade el resto de ingredientes y mezcla hasta formar una masa manejable.

  3. Da forma de mini hamburguesas.

  4. Dora en sartén con un poquito de aceite, unos 3–4 minutos por cada lado.


🤍 Puré dorado de patata

Con cúrcuma, aceite de oliva y mucha suavidad


Ingredientes (para 2 personas):


  • 3–4 patatas medianas

  • ½ cdta. de cúrcuma

  • 1 cdta. de sal

  • 1 chorrito generoso de AOVE

  • Agua para cocer (reserva un poco)



Preparación:

  1. Pela y trocea las patatas.

  2. Cuécelas con sal y cúrcuma hasta que estén blanditas.

  3. Escúrrelas (reserva un poco del agua) y aplasta con cariño.

  4. Añade el aceite y ajusta la textura con el agua reservada, hasta que quede a tu gusto.


Porque comer también puede ser una forma de volver a casa.


🌸 Para días en los que todo pesa un poco más…

Esta comida no agota.

No infla.

No exige.



Es ideal para almuerzos lentos, para cenas tranquilas,

para momentos en los que una se siente frágil,

y quiere volver a sentirse bien desde lo más simple.



Si tienes peques, las mini hamburguesas les suelen encantar.

Y el puré, tan suavecito, es de esos que acarician por dentro.



Pero sobre todo, si hoy estás en una de esas semanas en que cuesta recomponerse…

que esto sea un pequeño gesto de amor hacia ti misma.

Un recordatorio suave de que te estás cuidando.



Porque comer también puede ser

una forma de volver a casa.



De volver a ti.

De volver al presente.

De volver al cariño.

Cocinar para cuidar.

Comer para volver a ti.


Este espacio contiene una pequeña publicidad. Gracias por ayudar a sostener este blog con calma 🌿





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